¿Por qué compramos lo que compramos?

Para los que no la conozcan, GoPro es esa cámara web con prestaciones de steadycam que se atan al brazo o en un casco los surfistas, escaladores, paracaidistas… o los mismísimos marines norteamericanos cuando van a invadir algún país poco demócrata del mundo; para que los amigos puedan disfrutar, casi en directo, de sus hazañas.

Posee una lente que le proporciona un ángulo de visión próximo a los 180º y, en su última versión, trae también un mando a distancia ‘de pulsera’ que le permite controlar más de 50 cámaras vía WiFi. Todos los modelos incluyen conexión a internet y facilitan la labor de compartir contenidos en la red. Esto se considera básico en su funcionamiento.

A nadie se le escapa lo tedioso que puede resultar semejante vídeo: el surfista espera ‘su ola’ durante horas. Nadie piensa jamás en que ese vídeo debería ser editado o, al menos, recortado antes de compartir. No… de eso ya se encargará YouTube.

Es una cámara que hará las delicias de gente como Baumgartner, ese que saltó desde la estratosfera para tomarse un RedBull en tierra.

GoPro¿Cuantos Baumgartner hay sobre la faz de la tierra?

Evidentemente, sólo uno llegó a la estratosfera… pero parece que varios millones pululan por la superficie.

Lo delatan las ventas del aparato en cuestión: más de 2,3 millones de ventas… más del 20% de los envíos de ventas por internet en EEUU el pasado año 2012 eran cámaras GoPro.

No tengo ni idea de cuantos aficionados al sky, surf, windsurf, salto en paracaidas, puenting, scuba-diving, rafting y demás puede haber calculado el bueno de Nic Woodman en 2004 que podría haber cuando comenzó a desarrollar prototipos a partir de cámaras existentes (desechables… para más gracia). Lo que sí tengo más claro son los números que pudo haber hecho el gigante BestBuy cuando decidió incluirlas en su comercialización en 2010; el espaldarazo definitivo a esa caja de cerillas estanca con ojo digital.

Pero aún así, no deja de parecer extraño ese impacto de una herramienta tan especial en las ventas de cámaras digitales.

No es una cámara fácil de usar y su imagen es tan ‘especial’ que puede que no valga para otra cosa que esa para la que se ofrece. Su precio tampoco puede ser considerado ‘irrelevante’ y cae muy del lado de ese tipo de equipos que se alquilan como ‘experiencia’ de fin de semana. Muy poco gente tiene en su casa una piragua de rafting ni falta que le hace para hacer rafting. Sin embargo, sí van al río preferido con su canoa de alquiler, su servicio de recogida y remonte… y su cámara GoPro.

¿Sigues pensando que esa idea tan rara que has tenido no se puede vender?

Lo importante es que te dirijas a un público concreto, que conozcas a ese público, que conozcas sus necesidades, sus deseos y lo que les gustaría poder hacer cuando hacen las cosas especiales que hacen. Si eres “uno de los suyos”… puedes hacerlo

1 Comment

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Bienvenidos al nuevo mundo de “Sólo Servicios” « artabria comunicaciónreply
12 septiembre, 2013 at 1:24 pm

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[…] los “community managers” no metemos gente en las tiendas. La gente entra en las tiendas porque quiere. Podemos hacer que conozcan esas tiendas. Podemos hacer que sepan en dónde están. Podemos hacer, […]

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