Cuando alguien vende, independientemente de que lo haga o no por internet, ve la importancia de que sus clientes tengan acceso a su catálogo desde cualquier lugar y en cualquier momento.
Con o sin botón “comprar” o con o sin “carrito”; que los clientes puedan acceder a información producto que quieren y que esa información incluya el lugar en donde pueden ir a probarlo o a verlo; a sostenerlo en sus manos. Para muchos sectores de venta minorista esto es fundamental. Muchas veces, el único arma de la que disponen contra las enormes tiendas online que llevan los beneficios del mayorista al cliente final; que puede ir a precio sin preocuparse de mucho más.
Es esa atención personalizada, muy de nicho, la que marca la diferencia.
Pero, ¿cómo es mejor presentar ese producto?
Internet está lleno de páginas cuyo objetivo es servir de soporte a esa información. Una de ellas se llama Google (¿te suena?) y tiene un servicio de vídeo online llamado youtube. Pero hay muchísimas más: slideshare, issuu, prezzi… Cada una tiene sus pros y sus contras que debe ser valorados para cada proyecto y, dentro de cada proyecto, para cada campaña. Pero sí es fundamental “crear” pensando en alguno de ellos (o en todos).
Las creatividades que hagamos, tanto las generales (que describan distintas familias de productos) como las más específicas (una imagen o una infografía para una campaña en concreto) tiene que poder ser reaprovechadas una y mil veces, online y offline, en pantalla (PC, móvil, TV…) o impresa…