Dentro de la creación de contenidos, lo más voluminoso suele ser la generación de imágenes. A través de la fotografía, la foto inmersiva 360º, del retoque fotográfico, de la ilustración, la generación de imágenes render a partir de geometrías 3D gestionadas por ordenador, del dibujo a mano alzada, la pintura, el spray… y, sobre todo, la capacidad de combinar todas ellas.
Con todo ello, se va creando el escenario en el que la marca se va deselvolviendo con más soltura. No solo es el logo sino el entorno en el que el cliente interactúa con ese logo con naturalidad.
Por eso no solemos hablar de Diseño Gráfico y sí de implantación de imagen corporativa en soportes gráficos; que pueden ser pantallas, papel e, incluso, paredes.
La creatividad gráfica es el corazón y los pulmones de cualquier campaña de marketing.
Aquí no proponemos, tampoco, la imagen corporativa como algo estático; como una serie de prohibiciones que preserven el logotipo de una mala utilización. Nosotros no usamos el logotipo: lo usan los clientes. Y si no queremos que lo usen mal, lo que no podemos hacer es prohibir y sí ofrecer soluciones ya hechas que esos clientes adopten y adquieran como “normales”.